El rol de las escuelas en la atención de la salud mental de los niños

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Santo Domingo.- Los centros educativos juegan un papel clave en la salud mental de niños y adolescentes, pero muchos carecen de recursos para detectar y abordar trastornos como la ansiedad, la depresión o el TDAH.

Para ayudar a docentes y responsables escolares, se han desarrollado nuevas guías adaptadas a primaria y secundaria, con estrategias prácticas para la identificación temprana y el apoyo a los estudiantes.

Emooti, Instituto de Salud Mental y Bienestar, entidad centrada en la prevención y promoción de la salud mental infanto-juvenil, ha lanzado una guías prácticas para centros educativos de primaria y secundaria en España.

Estas guías tienen el objetivo de aportar a responsables y educadores recursos formativos y herramientas que faciliten la detección temprana y el adecuado manejo de problemas de salud mental en niños y adolescentes.

Las guías se han elaborado con la colaboración de la Universidad de Navarra y la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), y evidencian la creciente importancia de la colaboración entre expertos en salud y el ámbito educativo.

Un panorama preocupante

En primer lugar, desde Emooti señalan que, según informes recientes, aproximadamente un 20 % de los niños y adolescentes presenta algún tipo de trastorno de salud mental en España.

Entre los problemas más frecuentes se encuentran los trastornos de ansiedad, que afectan al 10-20 % de los menores, seguidos por el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la depresión que afecta al 5-8 %.

Además, los datos muestran un aumento significativo en los casos de pensamientos suicidas y autolesiones en adolescentes, especialmente después de la pandemia de COVID-19, que exacerbó problemas de aislamiento, el estrés académico y la inestabilidad emocional.

En concreto, los suicidios de adolescentes aumentaron un 41 % entre 2021 y 2022, convirtiéndose en una preocupación prioritaria para las autoridades y la sociedad en general.

Como se ha mencionado anteriormente, el entorno escolar tiene un papel importante en la detección temprana de estas dificultades, pues los docentes y orientadores son a menudo los primeros en identificar cambios en el comportamiento o estado emocional de los estudiantes.

Sin embargo, muchos de los centros educativos carecen de los recursos y la formación necesaria para detectar a tiempo y responder adecuadamente a estas situaciones que involucran problemas de salud mental

Las recomendaciones

Las guías se dividen en dos secciones específicas para los niveles de primaria y de secundaria, y se centran principalmente en los siguientes trastornos:

  • Ansiedad.
  • Depresión.
  • TDAH.
  • Trastornos de conducta.
  • Dificultades emocionales relacionadas con el entorno escolar.

Los documentos desarrollan recomendaciones para cada trastorno, divididas por segmento y edad.

Consejos para abordar a los niños de primaria

  • Ansiedad: Actividades de relajación y respiración, establecer rutinas claras y formación de docentes para identificar signos.
  • Depresión: Actividades grupales para fomentar la autoestima y vigilancia cercana por parte de los docentes.
  • TDAH: Metodologías dinámica en clase, pausas frecuentes y colaboración con familias.
  • Trastornos de conducta: Intervenciones basadas en refuerzo positivo y meditación en conflictos.
  • Dificultades emocionales: Apoyo psicoeducativo para familias y talleres sobre habilidades sociales.
  • Acoso escolar: Promover la empatía y actividades de inclusión y protocolos claros para abordar el acoso.
  • Trastornos alimenticios: Educar sobre hábitos saludables y trabajar con familias.

Consejos para abordar a los adolescentes de secundaria

  • Ansiedad: Técnicas de afrontamiento del estrés, grupos de apoyo y talleres de manejo de la ansiedad.
  • Depresión: Creación de espacios seguros para hablar de emociones y derivación temprana a profesionales especializados.
  • TDAH: Adaptación curricular personalizada y estrategias para mejorar la concentración y organización.
  • Trastornos de conducta: Programas de convivencia y formación de gestión y emociones y resolución de conflictos.
  • Dificultades emocionales: Asesoramiento personalizado e integración de la figura del orientado en el día a día.
  • Acoso escolar: Talleres de sensibilización y apoyo a víctimas y mediación en casos de conflicto.
  • Trastornos alimenticios: Involucración temprana de profesionales especializados y apoyo psicopedagógico.

Esto es únicamente un resumen, ya que las guías de Emooti también incluyen el abordaje de otras situaciones, como pueden ser las fobias, el maltrato infantil y las autolesiones.

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