El Departamento de Defensa de Estados Unidos investiga la posibilidad de que diez civiles afganos murieran el domingo como consecuencia de un ataque estadounidense con un dron a un supuesto vehículo del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Las circunstancias de la muerte de diez civiles, en su mayoría menores, son aún confusas, ya que los talibanes han descartado que fallecieran por el ataque estadounidense.
El subdirector de Logística del Estado Mayor, el general Hank Taylor, explicó en una rueda de prensa que el domingo las fuerzas de EE.UU. destacadas en Afganistán llevaron a cabo un bombardeo con un dron contra un vehículo «conocido por ser una amenaza inminente» del EI.
«Este bombardeo en defensa propia golpeó de forma exitosa el blanco en las proximidades del aeropuerto de Kabul», detalló Taylor.
Acto seguido hubo serie de «explosiones secundarias» en el vehículo atacado, lo que indica, según el general, la presencia de una importante cantidad de explosivos