La semaglutida es un medicamento que revolucionó el tratamiento para los pacientes con diabetes tipo 2, controla los niveles de glucosa en sangre y desde 2021 cuenta con la aprobación de Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar el peso crónico en adultos con obesidad o sobrepeso con al menos una afección relacionada con el peso.
Este fármaco acciona de manera similar, en un 96 %, a la hormona el GLP-1 que se encarga de estimular la secreción de insulina, suprimir la liberación de glucagón (hormona producida por el páncreas), enlentece el vaciamiento gástrico, mejora la sensibilidad a la insulina y reduce el consumo de alimentos.
«La semaglutida forma parte de los últimos dos grupos análogos del GLP-1, que ha cambiado la historia natural de las personas con diabetes, porque reducen de manera sistemática y contundente el riesgo cardiovascular, junto a los GLT 2 es lo mejor que ha aportado la ciencia para el control de la diabetes», explicó la diabetóloga, Dolores Mejía.