Desde la detección del primer brote el 28 de julio del 2021, la peste porcina africana (PPA) ha representado un lastre para la industria porcina nacional: la enfermedad llevó a la despoblación de más de 32,000 cerdos que dieron positivo a la enfermedad.
Esto llevó al Gobierno dominicano a destinar 1,952,494,016 pesos entre el 2021 y el 2024 para compensar a más de 700 porcicultores que, al carecer de conocimientos para la toma de medidas sanitarias para prevenir la enfermedad, no pudieron evitar el sacrificio de sus cerdos enfermos.
El 33.3 % de este financiamiento (650,799,957 pesos) fue aportado por el departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y el Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas (Aphis), dos entidades que conformaron un Comando de Incidencias de la PPA en el país para ayudar a las autoridades locales a mitigar la propagación de la enfermedad, evitando que se extendiera fuera del territorio dominicano a los Estados Unidos y a otros países del hemisferio occidental.
Este comando anunció ayer su salida del país, informando que, si bien la peste porcina continúa siendo un riesgo para los productores locales y para toda la región, las acciones emprendidas para mejorar la bioseguridad en las granjas intervenidas y mejorar la capacidad de respuesta del país ante la detección de la enfermedad han permitido que la peste ya no sea una emergencia.
«Si bien felicitamos a las autoridades dominicanas por sus incansables esfuerzos para controlar y contener la enfermedad, debemos reconocer que el PPA sigue representando un riesgo significativo», apuntó el representante de la embajada de los Estados Unidos en República Dominicana, Jeromi Mick.